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Aloy era un científico que trabajaba en la fundación del Sino, una empresa que se dedicaba a realizar experimentos para mejorar la vida de la gente... Pero de una forma completamente ilegal y atroz. 

Utilizaban a la gente para adaptarlas y convertirlas, experimentando con ellas, sometiendo a pruebas de las que casi nadie salía vivo. 

En otros casos, creaban a partir de ADN los llamados Neo-humanos: humanos con diversas habilidades o partes de su cuerpo mutadas. 

Aloy, el cual trabajaba para el lado de la mentira, el lado legal, un día espió una conversación entre el jefe de la empresa y uno de sus mejores empleados que trabajaban en la planta de transformación.

Hablaban, era de esperarse, de los modelos de Neo-humanos, las personas que raptarían para hacer experimentos con ellas, y el ADN que usarían para clonarlas en caso de que murieran, pues eso podría arriesgarlos a ser descubiertos. 

Obviamente, Aloy sacó su teléfono para grabar toda la conversación con intención de llevarla a la policía y así destapar al Sino. 

Pero aquello no podía salir bien, no. Unos vigilantes de la empresa lo encontraron y, tras ver qué es lo que estaba haciendo, lo llevaron al despacho del jefe, donde este tomó medidas bastante drásticas. 


Tan pronto como fue posible lo amarraron y lo llevaron al laboratorio, donde no solo experimentaron con él, sino que lo torturaron de tal forma que los científicos se preguntaban como es que estaba vivo. 

Tras varios días y métodos de torturas, volvieron a Aloy un Neo-humano, con habilidades bastante peligrosas, bajo el nombre en clave de Shaper. 

Aloy aprovechó sus poderes y experimentó, ahora le tocaba a él, matando a muchos de los científicos que allí había y destrozando las instalaciones, de forma que así puedese escapar. 

Días después, el Sino desapareció, dejando paso a la Blanc Company, donde Aloy está registrado, pero por suerte, nadie le busca. Era libre, pero había perdido las pruebas que delatarían al Sino y posiblemente a la Blanc Company, y no sólo eso, sino que también se había vuelto un monstruo. 

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